La llegada sorpresiva del presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, a Lima el pasado 29 de abril confirma lo que muchos esperaban: Perú será nuevamente el escenario de la final de la Copa Libertadores. Con una audiencia global potencial de 5 000 000 000 de personas en 195 países, y precedentes como los 62 millones de dólares que dejó la final de 2019 en el Monumental de Ate, el panorama se presenta ideal para que marcas y patrocinadores rediseñen sus estrategias.

En 2019, más de 40 000 visitantes extranjeros llegaron a Lima para presenciar Flamengo vs. River Plate, generando un impacto económico superior a USD 62 millones—con un 54 % de brasileños y un 39 % de argentinos— y un promedio de cuatro a cinco noches de pernocte por hincha extranjero. A esa cifra, se suman los USD 50 millones que Paraguay obtuvo con la final de la Sudamericana 2024, según MF Consulting. Estos datos reflejan un movimiento de divisas y turismo, además de marcar un volumen de oportunidades inédito para:

– Patrocinadores oficiales: visibilidad en transmisiones, activaciones on-site y derechos de hospitality.  

– Marcas de consumo masivo: campañas de OOH en rutas de llegada, aeropuertos y transportes.  

– Turismo y hospitalidad: alianzas con cadenas hoteleras, agencias de viajes y aerolíneas para paquetes fan experience.

Estrategias de activación en un evento global

En el contexto de una final de la magnitud de la Copa Libertadores, las experiencias inmersivas dejan de ser un lujo para convertirse en un requisito. Más allá de estampar el logo en una valla, las marcas tienen la oportunidad de diseñar fan zones que conecten con la pasión del hincha: simuladores de tiro libre calibrados con datos reales del estadio, recorridos de realidad aumentada que permitan revivir goles históricos o instalaciones interactivas donde el aficionado pueda personalizar su propia camiseta digital y compartirla en tiempo real. Estas activaciones no solo extienden la conversación en redes sociales, sino que generan métricas de engagement más profundas —tiempo de permanencia, número de repeticiones de la experiencia, volumen de datos de registro— que alimentan la toma de decisiones y el refinamiento de campañas futuras.

El contenido digital nativo se erige como la columna vertebral de la narrativa de marca alrededor del partido. La producción de microdocumentales que retraten el viaje de hinchas que cruzan fronteras para apoyar a su equipo, los videos behind-the-scenes del montaje del estadio o los testimonios de los propios jugadores convertidos en embajadores permiten construir una historia coherente y emocional que acompaña al fan en cada fase: la expectativa, el día del partido y la celebración posterior. Al distribuir este material de forma secuencial en canales como Instagram, YouTube y TikTok, las marcas logran dos objetivos: mantener un flujo constante de contenido relevante y adaptar el formato a los hábitos de consumo de diferentes segmentos de audiencia, incrementando así el reach orgánico y potencia del algoritmo.

Por último, el hospitality y networking se han convertido en el pináculo del entretenimiento deportivo. Diseñar paquetes de hospitalidad que incluyan acceso a lounges privados, encuentros con exjugadores y experiencias de co-branding en momentos clave —desde la recepción en el aeropuerto hasta la cena de gala posterior al partido—, sitúa a la marca en un nivel de prestigio que trasciende la visibilidad masiva. Este enfoque B2B no solo refuerza la lealtad de los clientes actuales, sino que atrae nuevos patrocinadores interesados en un entorno exclusivo y medible: el uso de dashboards en tiempo real para monitorear la satisfacción, el ROI de cada interacción y las oportunidades de up-selling consolida la estrategia, asegurando que la inversión en activación se traduzca en retornos tangibles y relaciones duraderas.

La confirmación de Lima como sede de la final de la Copa Libertadores —y la posibilidad de albergar también la definición de la Copa Sudamericana— pone sobre la mesa un escenario inigualable para la innovación en marketing y patrocinios deportivos. Con antecedentes que demuestran un impacto económico de más de USD 60 millones y una audiencia global potencial de 5 000 000 000 de personas retransmitiendo desde 195 países, las marcas cuentan con un terreno fértil para diseñar activaciones experienciales que trasciendan la cancha, construir contenidos de valor para audiencias locales e internacionales y fortalecer alianzas de largo plazo que refuercen su identidad.

En este contexto, el verdadero gol se anota fuera del césped: conectando con el hincha, emocionando en cada punto de contacto y dejando una huella imborrable. Toque Fino, como partner estratégico de tu marca, está listo para conceptualizar y ejecutar estas experiencias —desde fan zones inmersivas y producciones de storytelling digital hasta programas de hospitality premium— que maximicen el retorno y consoliden tu liderazgo en el ecosistema deportivo peruano y más allá. Hablemos: juntos podemos convertir estas finales en la plataforma ideal para tu marca.

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