El mercado de pases 2025 dejó en evidencia una tendencia cada vez más frecuente: la reincorporación de jugadores con pasado internacional al torneo local. Uno de los movimientos más comentados fue el de Raúl Ruidíaz, quien tras nueve años fuera del país —y una sólida carrera en la MLS— firmó por Atlético Grau para disputar la temporada de Liga 1.
A diferencia de fichajes como los de Paolo Guerrero o Edison Flores, el retorno de Ruidíaz no vino acompañado del mismo estruendo mediático. Sin embargo, su llegada representa una oportunidad interesante para analizar cómo este tipo de incorporaciones pueden influir en el ecosistema deportivo y comercial del fútbol peruano.
¿Qué puede aportar este tipo de fichajes al entorno?
Más allá del rendimiento deportivo inmediato, el retorno de jugadores reconocidos aporta piezas con valor simbólico y narrativo. Su presencia genera conversación entre hinchas del club y el entorno futbolero en general. Además, el regreso a casa, la posibilidad de competir en el país tras una etapa en el exterior, y el deseo de seguir activos, conforman relatos que pueden ser activados estratégicamente desde lo comunicacional.
Estos nombres también ofrecen posibilidades de conexión con el público: por trayectoria, por familiaridad y por nostalgia. Son perfiles que, bien trabajados, pueden convertirse en activos de valor para marcas, medios y clubes en busca de engagement y posicionamiento.
Una tendencia que crece, aunque no siempre por las razones ideales
El regreso de figuras como Ruidíaz, Guerrero, Zambrano o Flores puede responder a distintas variables: desde la búsqueda de continuidad en la recta final de sus carreras hasta la falta de oportunidades atractivas en el exterior. No siempre se trata de fichajes “bomba” en el sentido tradicional, pero sí de decisiones que, en conjunto, marcan una tendencia que merece atención.
Este fenómeno cumple un doble rol: por un lado, permite revalorizar la Liga 1 como una opción viable para futbolistas con recorrido. Por otro, ayuda a elevar el interés mediático y de mercado, con nombres que ya cuentan con cierto reconocimiento entre las audiencias.
Un cambio en la narrativa del fútbol peruano
Más que figuras que vuelven por la puerta grande, lo que está ocurriendo es un reposicionamiento del torneo como espacio de retorno, de transición e incluso de cierre para ciertos jugadores. Esto no es negativo per se, pero sí implica una lectura más realista y estratégica.
Ruidíaz, con su experiencia internacional, su vigencia moderada y su capacidad de conexión con el público, representa un punto medio interesante: un perfil aprovechable si se articula bien su presencia dentro y fuera de la cancha.
Estos movimientos permiten repensar la propuesta de valor de la Liga 1 desde varios frentes: el posicionamiento de los clubes como instituciones que pueden atraer talento con historia, la reactivación del interés en torno a ciertos equipos, y el potencial de generación de contenido que conecte emocionalmente con el público.