La UEFA Champions League arranca su edición 2025/26 con la segunda temporada del nuevo formato de fase liga. Más partidos, más diversidad de enfrentamientos y una competencia mucho más atractiva desde el inicio. Lo deportivo es evidente, pero detrás hay un fenómeno igual de importante: el impacto que este modelo genera en la industria deportiva.

El nuevo sistema garantiza que los 36 equipos disputen ocho partidos contra rivales distintos, elevando la cantidad de historias que se pueden contar y multiplicando las oportunidades de exposición. Para clubes y patrocinadores, esto significa más ventanas de visibilidad, más contenidos para redes sociales y una relación más cercana con audiencias globales. Ya no hablamos solo de competir en la cancha, sino de cómo capitalizar cada enfrentamiento como un activo de marca.

Una de las innovaciones más relevantes está en la ventaja de cerrar como local en las fases eliminatorias para los equipos mejor clasificados. Este detalle estratégico no solo aumenta la importancia de la fase inicial, sino que también abre nuevas narrativas para las plataformas, reforzando el storytelling: héroes que heredan privilegios, remontadas inesperadas y duelos de alto voltaje que conectan con la emoción del fan. Historias perfectas para generar conversación digital en tiempo real y post partido.

En cifras, la Champions sigue siendo un producto premium: solo por participar, cada club recibe 18,6 millones de euros, con el campeón pudiendo alcanzar cerca de 100 millones en ingresos deportivos. Pero más allá del dinero, el valor real está en la visibilidad y en cómo los clubes aprovechen estos espacios para conectar con fans más jóvenes y consumidores multiplataforma. Hoy la Champions no se vive solo por TV: TikTok, Instagram, Twitch o YouTube son territorios clave donde los hinchas consumen highlights, detrás de cámaras y storytelling. Para marcas, el nuevo formato es una oportunidad sin precedentes. La exposición no se concentra en unos pocos duelos, sino que se amplía a una red de partidos con audiencias segmentadas en distintos países. Esto implica más posibilidades de activación, patrocinios con mayor retorno y un terreno fértil para la creatividad digital.

La final en Budapest, programada para el 30 de mayo a las 18:00 CET (11:00 am en Perú), será el clímax de una temporada que coronará al mejor equipo de Europa y a los actores que mejor entiendan cómo jugar el partido fuera de la cancha. La Champions League 2025/26 es, en definitiva, un laboratorio perfecto para observar cómo el deporte de élite se reinventa como producto de entretenimiento global. Y para marcas y clubes, la clave será transformar cada partido en una experiencia que viva más allá de los 90 minutos.

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